MANUAL DEL PASTOR - TOMO 1
Introducción
LA IMPORTANCIA DEL PAPEL Y TRABAJO DEL PASTOR
Introducción a los “Manuales del Pastor”
Nota: Esta introducción es la misma en todos los “manuales del pastor” que escribí. Se repite en cada tomo para bien de los que únicamente adquieren uno de los tomos.
Conceptos Fundamentales en el Trabajo del Pastor y su Papel Sumamente Importante
El ministerio de “pastor” va ligado a la “iglesia” porque se es “pastor” pero ¿de qué? - de una “iglesia”, de un rebaño de ovejas, de un grupo de creyentes y seguidores de Cristo Jesús. No podemos entender el “trabajo o ministerio de un pastor” sin definir y describir la iglesia la cual es su “campo de trabajo”.
La palabra “iglesia” viene de la palabra griega ”ekklesia” que significa: “llamar fuera”, “asamblea popular”, “una congregación religiosa” (Strong’s). Tradicionalmente significa el “pueblo” fiel de Dios y su “lugar” de reunión.
Los propósitos Bíblicos de la iglesia son: adoración, compañerismo, discipulado, ministerio y evangelismo. El “pastor” esta para ayudar a los miembros de la iglesia para que cumplan estos propósitos.
El trabajo de la iglesia se ve en gran parte en su testimonio ante el mundo secular y en sus reuniones, ceremonias y rituales.
Los pastores pueden aprovechar mucho de herramientas que expliquen de manera sencilla, clara, relevante y contemporánea como realizar estas actividades. Ese es el propósito de este manual.
Espero que sea de verdadera bendición para las iglesias y los pastores del Señor Jesucristo en este siglo 21.
Definición y Descripción Breve de un “Pastor Cristiano”
Un “Pastor Cristiano” es una persona llamada por Dios para cuidar al rebaño espiritual que es la iglesia. Es alguien que tiene un “corazón hacia Dios” y además un “corazón de pastor”, en otras palabras, amor por Dios y amor por la gente.
Por otro lado, no hay que olvidar la importancia de que un pastor Cristiano cuente con su “ordenación” formal al ministerio, que viene siendo un reconocimiento de su llamado por Dios, así como su presentación ante el público.
Muchos pastores de iglesias no tienen ese gran “corazón de pastor” pero pueden coordinar y presidir bien el trabajo de la iglesia local. En un caso así mientras tengan en su equipo a personas con “corazón de pastor” que atiendan a la gente, la iglesia podrá funcionar bien. Un pastor, en el sentido Bíblico, tiene un sincero amor por sus congregantes y motivos puros al estar en el ministerio.
Un pastor que tiene motivos de llegar a ser grande o de llegar a ser alguien importante a través de su ministerio no funcionará como pastor auténtico.
Hay unos cuantos que trabajan en la iglesia con ambición egoísta. Un pastor o líder espiritual así viene siendo un “asalariado”, como dijo Jesús. Un verdadero pastor, en cambio, “da su vida” por las ovejas.
Un pastor, como el que describió Jesús en el evangelio de Juan capítulo 10, ama de forma natural a la gente y además vemos que abraza, sonríe, afirma, anima, consuela, motiva, comprende, espera, confía, instruye con paciencia, corrige con sabiduría y busca siempre el bienestar y el progreso de sus ovejas.
Además, un auténtico pastor se preocupa por guiar a sus congregantes en los momentos más significativos e importantes de sus vidas en los cuales se llevan a cabo las distintas ceremonias religiosas.
Un pastor de este tipo, por supuesto que también se preparará, estudiará y buscará la forma para hacer siempre mejor su trabajo con la gente. Estoy seguro de que este manual será de ayuda para muchos pastores que desean servir mejor a la gente y quienes no habían contado con un recurso como este en sus ministerios.
A un buen pastor le gusta (además de ser su responsabilidad), estar con sus congregantes cuando se casan, cuando presentan a sus bebes, cuando sus hijas cumplen 15 años, cuando pierden a algún ser querido, cuando se gradúan, cuando triunfan, cuando fracasan y cuando enfrentan grandes desafíos.
Ideas, consejos y ceremonias para estas situaciones y muchas otras cosas podrán encontrarse en esta serie de manuales que he escrito con este fin.
El Papel del Pastor en la Sociedad
Un pastor es una persona que hace mucha falta en la sociedad. La sociedad solamente es tan fuerte como sus familias cuando estas son saludables, estables y guiadas por valores morales y espirituales.
Las familias son tan fuertes como sus valores, su fe y sus tradiciones sanas. Los pastores y lideres espirituales enseñan y afirman esos valores, esa fe y esas tradiciones sanas a las familias a través de sus sermones, ceremonias religiosas, consejos y trabajo en general.
Los pastores con auténtica vocación son pilares en la sociedad en la que sirven. Una sociedad madura y fuerte requiere de un constante fortalecimiento de sus valores y de su fe y allí es donde entra el trabajo de los pastores y de los líderes espirituales.
Cuando los pastores hacen su trabajo bien, ayudan a la sociedad a contar con definición y continuidad. Pastores y líderes sabios entienden la importancia no solo de fortalecer y afirmar los valores de la sociedad sino además de renovar y actualizar (sin diluir) esos mismos valores y esa fe. De esta manera salvaguardan la estabilidad de toda sociedad mientras esta experimenta los grandes cambios que vienen con el paso de los años.
El contexto va cambiando con cada generación, pero el texto permanece igual. El modelo de hacer iglesia se va actualizando más las misión siempre permanecerá la misma.
Sobre la Necesidad de Pastores Cristianos en el Tercer Milenio
Un servidor exhorta y anima a los lectores de estas líneas a tomar conciencia de la condición actual y real del mundo y de participar en salvaguardar y conservar los principios y los fundamentos básicos que son necesarios para la salud de nuestras comunidades.
Los pastores Cristianos vigilarán en estos tiempos peligrosos la observancia de la fe y de las enseñanzas de Cristo Jesús. La necesidad mayor de la humanidad siempre ha sido y siempre será de carácter espiritual.
En estos tiempos en que el materialismo domina y hasta lo sagrado se comercializa y se negocia, requerimos de conocedores y promotores de la verdad espiritual pura y de la palabra eterna de Dios.
Un servidor cree que este milenio y quizá este mismo siglo será testigo de los últimos días de la existencia de la humanidad en los que la iglesia cumplirá su misión final y en los que vivirá su momento de mayor gloria.
Los cambios en el siglo 21 y en el tercer milenio serán muchísimo más trascendentes y de mayores repercusiones que los cambios del pasado. Las razones por esto siendo la globalización, una explosión de avance tecnológico, el postmodernismo, el neoliberalismo, la secularización de la sociedad y la intensificada competencia por el tiempo y atención de los habitantes de este planeta.
Por lo mismo, hoy, más que nunca, la iglesia necesita de pastores bastante preparados y adiestrados en los aspectos prácticos de la fe además de la doctrina Cristiana.
Sobre la Importancia de Ceremonias, Certificaciones y Liturgia
La verdad y la fe siempre han triunfado en su aplicación a las vidas de los humanos a través del uso de especiales instrumentos y entre ellos están los “pactos”, las “promesas” o “votos”, los “contratos civiles”, las “certificaciones”, los “ritos culturales” y otros “marcos de referencia”. Estos instrumentos han guiado a las distintas culturas por un buen camino a través de las generaciones.
Las ceremonias, a través de las cuales se “solemniza ante la presencia de Dios” y se hacen “auténticos” y de “aceptación pública y social”, los contratos y compromisos, como es el del “matrimonio” entre un hombre y una mujer, son de enorme importancia para nuestra sociedad. En la Biblia las bodas de Caná de Galilea con la participación de Jesús proveen una enseñanza básica para los seguidores de Cristo.
Otro ejemplo es el “bautismo en agua” para arrepentimiento de pecados, tal como lo enseñaron Jesús y Juan Bautista, con su simbolismo y significado tan poderoso para las vidas de los que lo realizan. El simbolismo de la muerte y sepultura del hombre viejo de pecado y la resurrección del hombre nuevo en Cristo para vivir una vida nueva y victoriosa es una práctica de impacto único en la vida del creyente.
Sin estas ceremonias no tendríamos “fundamentos” ni “linderos morales”, no tendríamos “marcos de referencia”, no tendríamos “orden”, no tendríamos “espina dorsal”.
Nuestras liturgias, ceremonias y certificaciones obedecen a la necesidad de una sólida y permanente aplicación de nuestros valores y verdades a las diferentes áreas de nuestra vidas humanas.
Una Palabra de Equilibrio
No obstante, es necesario comentar sobre la diferencia entre religión y relación con Dios. Se pueden practicar las ceremonias de una religión sin tener una relación personal con Dios. Siempre es imprescindible que los pastores enseñen a la gente que la ceremonia por si sola no tiene poder.
Un bautismo en agua no salva y tampoco tiene sentido alguno cuando la persona que se está bautizando no se ha arrepentido de sus pecados. Un funeral Cristiano tampoco hace que el espíritu de la persona fallecida se vaya al cielo. Tomar la Santa Cena o la Comunión tampoco perdona los pecados.
Cada ceremonia o ritual tiene validez ante Dios y la iglesia cuando es acompañado por un corazón sincero y arrepentido y un corazón que ama a Dios.
Como Dios es el que pesa los corazones y juzga a cada uno debemos tener mucho cuidado en negar alguna ceremonia a alguna persona, aunque se sospeche una motivación incorrecta o no sincera de su parte.
Los pastores y lideres espirituales necesitamos asegurar siempre enfatizar más “la relación personal con Dios” que el “cumplimiento de ceremonias religiosas”, aunque sin omitir estas.
Los pastores, más que nadie, requerimos de entendimiento claro al respecto y de convicciones firmes para la comunicación fiel de estas verdades a nuestras comunidades.
La “Promesa de Servicio Fiel” del Pastor
Algunas profesiones cuentan con un “juramento” que usan para recordar al profesionista la grande “responsabilidad” que directamente acompaña sus “conocimientos valiosos”.
El “Pastor Cristiano Evangélico”, en mi opinión, debería hacer uso de, quizá no un “juramento”, pero sí de una “promesa de servicio fiel” que refleje su “compromiso” con Dios y con su pueblo.
En la ceremonia de “ordenación” del pastor se le pide hacer ciertos “votos” muy importantes, pero el siguiente escrito podría ser usado como una “promesa de servicio fiel” ministerial.
Protesta del Pastor Cristiano
Propongo las siguientes palabras como una opción para “La Promesa de Servicio Fiel” del Pastor Cristiano:
“Al haber recibido y entendido, en mi corazón y en mi mente, el llamamiento de Dios de predicar su Santa Palabra y de apacentar sus ovejas, hago una promesa de servicio fiel a mi Señor y Salvador Jesucristo. Prometo compartir esperanza, consuelo, amor y verdad a mi prójimo. Prometo servir a Dios y a mi semejante con motivos puros y con los conocimientos apropiados. Prometo, con la ayuda de Dios, cumplir con todas mis responsabilidades como ministro de Jesucristo ante la iglesia del Señor. Prometo ser fiel a mi Señor hasta el fin”.